¿No consigues recordar lo que te explicaron ayer? La explicación para esto podría residir en la teoría de la curva del olvido de Ebbinghaus.
La teoría de la curva del olvido es un concepto que nació de la mano del psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus en el año 1885, e ilustra la pérdida de la retentiva a lo largo del tiempo. Según representa esta curva, en pocos días podemos llegar a olvidar la mitad de lo que hemos aprendido si no repasamos.
La velocidad con la que olvidemos obviamente dependerá de diferentes factores como, por ejemplo, la dificultad de la materia, su representación, factores fisiológicos de cada persona como el sueño o el estrés, etc.
¿Cómo mejorar la memorización a largo plazo?
Existen básicamente dos maneras en las que podremos combatir el olvido, que se basan en:
- Mejorar las representaciones mentales: la manera en que se presenta el contenido que deberemos estudiar influye mucho en nuestra capacidad para memorizarlo. Existen numerosas reglas mnemotécnicas y técnicas de estudio que pueden contribuir en gran parte a que lo estudiado no se nos olvide con el tiempo.
- Repaso: especialmente el repaso espaciado, o el que se realiza en breves intervalos de tiempo, es el modo en el que podremos recordar las cosas más a largo plazo o incluso crear recuerdos permanentes. Con cada repaso que hagamos, el intervalo de tiempo que necesitemos para volver a repasar antes de olvidarnos irá aumentando.
Por ello, la mejor manera de repasar lo estudiado es hacerlo de manera activa: no deberíamos limitarnos simplemente a leer lo que queremos estudiar, sino que tendríamos que plantearnos un aprendizaje activo. Obligarnos por ejemplo a reaccionar frente a preguntas o estímulos ha demostrado ser una de las técnicas de estudio más eficaces a la hora de memorizar temas diferentes.