El contenido es la base de toda formación. Cómo lo planteemos y lo organicemos determinará el éxito o fracaso de esta. Las soluciones como Trainmotiv facilitan mucho a los formadores esta tarea de presentar el contenido de una manera atractiva y que resulte fácil de asimilar y memorizar. Sin embargo, hay una serie de pautas que podemos seguir para cualquier formación a través de cualquier canal, que llevarán nuestros contenidos a un nivel superior.

 

Haz que lo que se aprende resulte útil

Parece una obviedad, pero cuando lo que aprendemos está más estrechamente relacionado con experiencias personalmente relevantes1, lo asimilamos y memorizamos con mayor eficacia. Si visualizamos la utilidad de lo que estamos aprendiendo para la vida real, conseguimos memorizarlo mucho mejor.

Para que lo que exponemos resulte relevante, tendremos que entender bien cuáles son los intereses del alumnado, conectar con ellos para poder personalizar la formación al máximo.

 

Con emoción se aprende mejor

Según la neurociencia, si experimentamos una reacción emocional hacia algo, es más probable que lo memoricemos. Si formamos creando historias, usando el humor o los juegos estaremos contribuyendo a que la parte emocional del cerebro se encargue de fijar mejor esos recuerdos.

 

Aporta contenidos que resulten familiares

Comparar o asociar el contenido nuevo a cosas que ya conocemos con anterioridad hace que podamos recordar lo nuevo con mucha más facilidad. Casi cualquier tema sobre el que estemos formando puede estar relacionado con situaciones familiares o conocidas. Sin mucho esfuerzo, podemos vincular nueva información a imágenes que ya conocemos, metáforas, ejemplos y contextos más habituales.

 

Atención, atención, atención

Sabemos que nuestra capacidad de permanecer concentrados es bastante reducida, y más si lo que estamos intentando aprender no nos interesa. Idealmente, intentaremos que el tiempo dedicado a la formación no supere nunca los 15-20 minutos, con el objetivo de obtener el máximo de la atención.

Además, podemos combinar temas diferentes, usar imágenes y multimedia, y plantear problemas que se tengan que resolver o en general, proponer contenidos que estimulen la curiosidad.

 

Claro, conciso y organizado

Si, además de presentar el contenido de forma breve y concisa, somos capaces de organizarlo de manera muy clara, por ejemplo, agrupándolo por categorías y estableciendo un orden, nuestra formación será mucho más eficaz.

Nuestros cerebros aman la organización y tienden a almacenar la información de una manera ordenada en la memoria a largo plazo que refleja su percepción del mundo.

 

memoria

 

  1. Nummela Caine, Renate & Caine, Geoffrey. (1991). Making Connections: Teaching and the Human Brain / R.N.Caine.